[1037] Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf. DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" (2 P 3, 9):C.I.C
viernes, 31 de julio de 2015
LA DESPEDIDA DEL HECHICERO : una historia terrorífica
Etiquetas:
Los hechiceros son agentes del mal
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Es cierto...Dios es amor....solo se condena quien voluntariamente lo rechaza...por soberbia...ese fue el pecado de Satanás.....el padre de la mentira, que desea apartarnos del Señor....por eso pidamos por intercesion de la Virgen y los santos, el discernimiento,,, la paciencia en las adversidades,y la fe que nos talte...
ResponderEliminarAlejarnos del pecado como principio que enseña la moral cristiana.
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