jueves, 30 de mayo de 2024

EL CONVENTO RODEADO Y ASEDIADO POR LOS DEMONIOS COMO POR UN GRANDE EJÉRCITO

 


𝐂Ó𝐌𝐎 𝐒𝐀𝐍 𝐅𝐑𝐀𝐍𝐂𝐈𝐒𝐂𝐎, 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐍 𝐎𝐑𝐀𝐂𝐈Ó𝐍, 𝐕𝐈𝐎 𝐀𝐋 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐀𝐑 𝐄𝐍 𝐔𝐍 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍𝐎.

Estaba una vez San Francisco en oración en el convento de la Porciúncula, y vio, por divina revelación, todo el convento rodeado y asediado por los demonios como por un grande ejército; pero ninguno de ellos lograba entrar en el convento, porque todos aquellos hermanos eran de tanta santidad, que los demonios no hallaban por dónde penetrar. Pero ellos perseveraban en su empeño; y he aquí que uno de los hermanos tuvo un enfado con otro, y andaba maquinando cómo poder acusarlo y vengarse de él. Y este mal pensamiento fue la brecha que vio abierta el demonio; así pudo penetrar en el convento y fue a ponerse en el cuello de aquel hermano.

El pastor amante y solícito, que velaba de continuo sobre su grey, viendo que el lobo había entrado para devorar su ovejita, hizo llamar en seguida a aquel hermano y le ordenó que descubriera allí mismo el veneno del odio que había concebido contra el prójimo, y que le había hecho caer en las manos del enemigo.

Quedó él espantado al verse conocido por el Padre santo, declaró todo el veneno de su rencor, reconoció su culpa y pidió humildemente penitencia y misericordia. Hecho esto, una vez que él fue absuelto del pecado y recibió la penitencia, inmediatamente huyó el demonio ante San Francisco. El hermano, librado así de las manos de la bestia cruel por la bondad del buen pastor, dio gracias a Dios y, volviendo corregido y amaestrado a la grey del santo pastor, vivió en adelante en grande santidad.

En alabanza de Cristo. Amén.

Paz y Bien...

Deo gratias.






jueves, 2 de mayo de 2024

DIALOGO ENTRE ADAN Y EL DIABLO (Demonología disuasiva)


Adán exclamó entonces : “¡Maldito seas, diablo, porque no cesas de meterte contra nosotros violentamente! ¿Qué es lo que tienes contra nosotros? ¿Qué te hemos hecho para que nos acoses con tanta malicia? ¿Por qué eres tan malo con nosotros? ¿Es qué acaso te hemos despojado de tu gloria o somos nosotros los responsables de que hayas sido deshonrado? Tú, que eres tan impío y tan envidioso, (¿crees qué) seremos enemigos tuyos hasta (nuestra muerte?”.

El(diablo) fue un asesino desde el principio (Jn. 8,44)

Lamentándose, el diablo le respondió : “¡Oh Adán! Todo mi odio, mi envidia y mi tormento tienen su fuente en ti. Por causa tuya fui privado de mi gloria y me quedé sin el esplendor que me correspondía en medio de los ángeles; por causa tuya fui arrojado a la tierra”. Adán respondió : “¿Qué es lo que te he hecho? ¿Cuál es mi culpa, si (entonces) yo no te conocía?”.

La muerte entró en el mundo por la envidia el diablo (Sab. 2,24)

El diablo replicó : “¿Qué es lo que dices? ¿Qué no me has hecho nada? ¡Por tu culpa fui rechazado! El día en que fuiste creado, yo fui arrojado dela faz de Dios y excluido de la comunidad de los ángeles. Cuando Dios sopló sobre ti el aliento de la vida y tu rostro y tu aspecto fueron hechos según la imagen de Dios, (el arcángel) Miguel te condujo para que (los ángeles) te adoraran delante de Dios y Dios declaró : “He aquí que yo he hecho a Adán a vuestra imagen, según vuestro parecido”. Miguel salió a convocar a todos los ángeles y les ordenó : “¡Adorad la imagen del Señor Dios, tal como ha mandado el Señor!”. Y Miguel fue el primero en adorarte; luego me llamó y me dijo : “¡Adora la imagen del Señor Dios!”. Pero yo contesté : “¡No! ¡Yo no tengo que adorar a Adán!” Y como Miguel me urgiese para que te adorara, yo le dije : “¿Por qué me coaccionas? Yo no adoraré a uno que es inferior a mí; yo existo antes que las demás criaturas y he sido creado antes de que ése viniera a la existencia. ¡Es él el que tiene que adorarme, y no viceversa!”.

Gn. 2,7.

Gen 1,26.

Os creamos y luego dijimos a los ángeles : “Postraos ante Adán”. Ellos se postraron, , excepto Iblis… Dios dijo : “¿Qué es lo que te impide postrarte, a pesar de lo ordenado?” El dijo : “¡Yo soy mejor que él!...” Dios dijo : “¡Baja de aquí…! ¡Sal de aquí, villano despreciable!” (Corán, VII, 11-18).

Al escuchar aquello, los otros ángeles que están conmigo se negaron a adorar(te). Miguel me repitió : “¡Adora la imagen de Dios! Si no la adoras, el Señor Dios se irritará contra ti”. Le respondí : “Si se irrita contra mí, yo levantaré mi trono por encima de los astros del cielo y seré como el Altísimo”.

El Señor Dios se irritó contra mí y dio orden de que me echaran con mis ángeles el cielo y de mi gloria. Así, por tu culpa, fuimos arrojados de nuestra morada y precipitados en la tierra. Inmediatamente me vi en medio del tormento, ya que había quedado despojado de toda mi gloria, mientras que tú eras instalado (por Dios) en las delicias y en el gozo. Por eso te tengo envidia y no toleré que estuvieras en la gloria. He seducido a tu mujer y por medio de ella he logrado que fueras expulsado de todas tus delicias y de todos tus gozos, de la misma manera que yo fui expulsado anteriormente”.

¿Cómo has caído del cielo Lucero, hijo de la aurora…tú que decías en tu corazón…”Por encima de los astros divinos, levantaré mi trono?” (Is. 14,12-14; 2 Tes. 2,4).

Al oir esto, Adán lloró abundantemente y exclamó : “Señor Dios, mi vida está en tus manos. Haz que se aparte de mí este adversario que intenta perder mi alma. ¡Concédeme, Señor, la gloria de que él ha sido despojado!”. El diablo desapareció de su vista; durante cuarenta días, Adán perseveró en su penitencia dentro de las aguas del Jordán.

 Sobre la gloria de Adán, cf. Suplemento C.B. n. 28. P. 30 y 51; la gloria en los texto de Qumran.


 ******