Adán exclamó
entonces : “¡Maldito seas, diablo, porque no cesas de meterte contra nosotros
violentamente! ¿Qué es lo que tienes contra nosotros? ¿Qué te hemos hecho para
que nos acoses con tanta malicia? ¿Por qué eres tan malo con nosotros? ¿Es qué
acaso te hemos despojado de tu gloria o somos nosotros los responsables de que
hayas sido deshonrado? Tú, que eres tan impío y tan envidioso, (¿crees qué)
seremos enemigos tuyos hasta (nuestra muerte?”.
El(diablo) fue un asesino desde el principio (Jn. 8,44)
Lamentándose, el
diablo le respondió : “¡Oh Adán! Todo mi odio, mi envidia y mi tormento tienen
su fuente en ti. Por causa tuya fui privado de mi gloria y me quedé sin el
esplendor que me correspondía en medio de los ángeles; por causa tuya fui
arrojado a la tierra”. Adán respondió : “¿Qué es lo que te he hecho? ¿Cuál es
mi culpa, si (entonces) yo no te conocía?”.
La muerte entró en el mundo por la envidia el diablo (Sab.
2,24)
El diablo replicó
: “¿Qué es lo que dices? ¿Qué no me has hecho nada? ¡Por tu culpa fui
rechazado! El día en que fuiste creado, yo fui arrojado dela faz de Dios y
excluido de la comunidad de los ángeles. Cuando Dios sopló sobre ti el aliento
de la vida y tu rostro y tu aspecto fueron hechos según la imagen de Dios, (el
arcángel) Miguel te condujo para que (los ángeles) te adoraran delante de Dios
y Dios declaró : “He aquí que yo he hecho a Adán a vuestra imagen, según
vuestro parecido”. Miguel salió a convocar a todos los ángeles y les ordenó :
“¡Adorad la imagen del Señor Dios, tal como ha mandado el Señor!”. Y Miguel fue
el primero en adorarte; luego me llamó y me dijo : “¡Adora la imagen del Señor
Dios!”. Pero yo contesté : “¡No! ¡Yo no tengo que adorar a Adán!” Y como Miguel
me urgiese para que te adorara, yo le dije : “¿Por qué me coaccionas? Yo no
adoraré a uno que es inferior a mí; yo existo antes que las demás criaturas y
he sido creado antes de que ése viniera a la existencia. ¡Es él el que tiene
que adorarme, y no viceversa!”.
Gn. 2,7.
Gen 1,26.
Os creamos y luego dijimos a los ángeles : “Postraos ante
Adán”. Ellos se postraron, , excepto Iblis… Dios dijo : “¿Qué es lo que te
impide postrarte, a pesar de lo ordenado?” El dijo : “¡Yo soy mejor que él!...”
Dios dijo : “¡Baja de aquí…! ¡Sal de aquí, villano despreciable!” (Corán, VII,
11-18).
Al escuchar aquello, los otros ángeles que
están conmigo se negaron a adorar(te). Miguel me repitió : “¡Adora la imagen de
Dios! Si no la adoras, el Señor Dios se irritará contra ti”. Le respondí : “Si
se irrita contra mí, yo levantaré mi trono por encima
de los astros del cielo y seré como el Altísimo”.
El Señor Dios se
irritó contra mí y dio orden de que me echaran con mis ángeles el cielo y de mi
gloria. Así, por tu culpa, fuimos arrojados de nuestra morada y precipitados en
la tierra. Inmediatamente me vi en medio del tormento, ya que había quedado
despojado de toda mi gloria, mientras que tú eras instalado (por Dios) en las
delicias y en el gozo. Por eso te tengo envidia y no toleré que estuvieras en
la gloria. He seducido a tu mujer y por medio de ella he logrado que fueras
expulsado de todas tus delicias y de todos tus gozos, de la misma manera que yo
fui expulsado anteriormente”.
¿Cómo has caído del cielo Lucero, hijo de la aurora…tú que
decías en tu corazón…”Por encima de los astros divinos, levantaré mi trono?”
(Is. 14,12-14; 2 Tes. 2,4).
Al oir esto, Adán
lloró abundantemente y exclamó : “Señor Dios, mi vida está en tus manos. Haz
que se aparte de mí este adversario que intenta perder mi alma. ¡Concédeme,
Señor, la gloria de que él ha sido despojado!”. El diablo desapareció de su
vista; durante cuarenta días, Adán perseveró en su penitencia dentro de las
aguas del Jordán.
Sobre la gloria de Adán, cf. Suplemento C.B. n. 28. P. 30 y
51; la gloria en los texto de Qumran.
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