Pongo en advertencia que en algunas "opiniones personales del sacerdote y puntos eclesiológicos "--- no estoy de acuerdo--- , sin embargo en asunto a su ministerio exorcistico doy conformidad.
Marco Antonio Guzmán Neyra | Facebook
El padre
Salvador Hernández Ramón es el exorcista oficial de la diócesis de
Cartagena-Murcia: cuatro obispos consecutivos han confiado en él para esa
función. Ha decidido hablar de su lucha contra demonios, maleficios y
oscuridades en el reciente libro
del periodista José María Zavala «Así se vence al demonio» (Libros Libres). Lo hace por la misma razón que
su maestro, el exorcista oficial de la diócesis de Roma, el padre Gabriel Amorth, que en 1990
publicó su libro «Habla un exorcista»: para evangelizar, ayudar a la gente
oprimida por el Maligno, prevenir contra las prácticas de riesgo (brujería,
«new age», adivinación, amuletos...) y animar a una vida de sacramentos y
cercanía con Dios.
- ¿Cómo ha llegado
usted a servir a la Iglesia como exorcista?
- Hace 27 años que
trabajo en pastoral de prisiones y visito cárceles. Desde el principio me
encontré allí con chicos que habían jugado con espiritismo, ouijas o habían realizado pactos satánicos. Me decían
que no podían cambiar, que todo les iba mal porque pertenecían al demonio, que
estaban enganchados, etc...
- ¿Enganchados como
drogadictos?
- Llevo años
trabajando con drogadictos. Fundé una asociación para que se desenganchen.
Muchos no admiten su problema: te dicen "bah, sólo soy porrero [fumador de
hachís] de fin de semana", o "no estoy enganchado, yo controlo".
Pero no controlan, ni el que se dedica a la droga ni el que se dedica a la
magia.
- ¿Hay magia blanca?
¿Hay magia sin intervención demoníaca?
- No existe la magia
buena, no hay magia blanca; todo es magia negra. Toda la magia consiste en que
actúen demonios. Cuando actúan hechizos o maleficios, siempre hay detrás un
brujo. Un brujo es una persona que busca poder y está dispuesta a hacer daño.
Pacta con un demonio, pero el demonio siempre acaba dominando al brujo. Algunos
magos, cuando ven que ´ya no controlan´ y que se acerca su destrucción, acuden
a mí, me piden ayuda. Para liberarles son necesarios muchos años de exorcismo y
un cambio de vida, una vida cristiana fuerte.
- ¿Cuánta Nueva Era
es realmente diabólica, con presencia demoníaca?
- Muchas ofertas de
la Nueva Era, como el reiki, consisten en que alguien te impone las manos. ¿Qué
garantías tienen de esa persona? Puede ser un brujo camuflado. He tratado
muchos que vienen del reiki, de recibir esa imposición de manos, de abrirse a
guías, a entes, ¡es como el espiritismo, es abrir una puerta a los espíritus
malignos! También puede darse en pseudo-meditaciones
trascendentales. La Conferencia Episcopal de EEUU ya explicó que el Reiki y
otras técnicas de Nueva Era no son eficaces según comunidad científica, no
tienen rigor... Pertenecen al mundo de
la superstición. Pero yo he visto varios casos de demonios introducidos por
reiki o por invocaciones.
- En el libro
"Así se vence al demonio" no se mencionan fenómenos de liberación de
lo maligno ligados a la Renovación Carismática Católica, como la oración de
liberación o la oración en lenguas (en griego, glosolalia). El padre Rufus
Pereira, de la Asociación Internacional de Exorcistas, cuenta que su primer
caso lo solucionó orando en lenguas al estilo carismático, no con un
exorcismo... ¿qué validez le otorga a esto?
- No niego que haya
dones y carismas que ayuden a la liberación. Eso depende sólo del Espíritu
Santo. Pero creo que el ritual de nuestra madre, la Iglesia, da mayor eficacia
a la liberación a corto, medio y largo plazo.
- ¿Y qué validez
tiene una oración de liberación o una orden a un demonio, para que se vaya, por
parte de un cristiano protestante o un pastor evangélico, etc...? Conozco
exorcistas que lo valoran y otros que no.
- "Si tienes fe
como un granito de mostaza"... La fe en Cristo, Dios y Hombre, invocarle a
Él y su salvación, es eficaz, aunque seas protestante. Pero la eficacia de la
Iglesia y de su ritual es mayor. Además, los sacramentos, la comunión, la
confesión, obran por su propia gracia y son poderosos.
- ¿Y si una persona
oprimida por el demonio le dice: "bueno, padre, ya no le necesito más, yo
ya rezo por mi cuenta y voy a misa de vez en cuando, no necesito sus
exorcismos"?
- A medias tintas,
no hay eficacia. Una profesora de Nueva Era que acudía a mí para los exorcismos
no quería asumir una vida cristiana plena. Le dije: "teléfono rojo con
Dios no lo tiene nadie". Hay que pasar por los sacramentos, la oración...
Lo otro es Nueva Era y engaño. Cuando uno es liberado y baja la guardia se
expone a que vuelva el demonio. No funciona eso de ser inconstante, o llevarse
agua y sal exorcizada y "ya me arreglo yo". No, hace falta conversión
y sacramentos. Hay gente liberada del maligno que recayó luego por ir a macro
botellones o sitios de desenfreno, por romper su vida de fe.
- ¿Tiene sentido que
un exorcista interrogue a un demonio? Me refiero a cuando lo tiene
"atado", muy debilitado...
- San Juan al
demonio le llama padre de la mentira. De veinte cosas que te diga, la mayoría
son falsas. Cuando está ya muy debilitado y agotado quizá te anuncie el día en
que saldrá finalmente, y luego puede que sea cierto. Pero por lo general yo no
les creo nunca. Jesús no parlamentaba con ellos, los expulsaba. Es inútil
tratar de sacarle información a un demonio sobre temas dogmáticos, exégesis,
etc... Una pérdida de tiempo. Todos ellos buscan dirigir a la persona a su
destrucción.
- ¿Qué síntomas
indican una presencia demoníaca en una persona?
- Todos tienen
aversión contra lo sagrado, cruces, imágenes santas, Biblia... Luego hay otros
signos, distintos según la persona: fuerza descomunal, dilatación de pupilas,
cosas antinaturales, hablar lenguas desconocidas, etc...
- ¿Qué es lo que
lleva a sufrir esta presencia diabólica?
- Hoy hay menos
"defensas" porque hay más increencia y hedonismo y se da la espalda a
Dios. Volvemos a una época pre-cristiana, como en el Imperio Romano. Ese vacío
lo ocupan falsos sucedáneos: la Nueva Era, las sectas, el satanismo...
- Hay quien alarga
la lista y añade de todo: el alcohol, la droga, el rock...
- El desenfreno es
malo siempre. El rock que puede
llevar a lo demoníaco es el satánico.
No todo el rock es malo. Yo de chaval estuve en un grupo de rock
"bueno", con 14 años. Nos llamábamos "The Buitres", jaja. Y
luego en otro que se llamaba "The Surfing". Y voy a decir algo que
poca gente sabe: resulta que Benedicto XVI es un gran experto en rock
satanista. Parece mentira, pero es algo que él ha estudiado.
- ¿Y cómo se combate
la acción maligna, diabólica?
- Todo eso se
combate con oración, sacramentos, una buena confesión (los pecados mayores
primero), rezando el Rosario, meditando la Palabra de Dios, con la devoción al
Arcángel San Miguel... La invocación a San Pío de Pietrelcina y Juan Pablo II
molesta mucho a los demonios, porque son dos grandes santos...Veo también que
hoy en las casas cristianas faltan imágenes cristianas. Y que es importante
bautizar a los niños cuanto antes... ¡Alguna enfermera o doctor, quizá de una
secta satanista, podría hacerles un maleficio antes de su bautizo! En un caso
que cuento en el libro el demonio nos dijo: "yo llegué antes", es
decir, consagraron al demonio a ese niño antes de que le bautizaran.
- Este tema de los
brujos es complejo... ¿Cómo averiguar quién hace maleficios, cómo demostrarlo?
África tiene un problema con miles de personas estigmatizadas como supuestos
brujos, cuando se trata sólo de niños o ancianos, cabezas de turco... Pero en
República Centro-africana, por ejemplo, se mantiene un "crimen por causar
daño mediante brujería", heredado del Código de la época colonial
francesa...
- Por supuesto que
hay una pléyade de charlatanes de feria, buscones y aprovechados, que no tienen
base satánica real y son falsos magos, estafadores que sacan el dinero a los
ignorantes. Pero si se comprueba realmente que alguien es un sacerdote
satánico, con eficacia real y repetida para causar el mal, con pruebas y
testigos ¿no debería haber alguna penalización para alguien así? Está por
legislar. Nosotros, los exorcistas, oramos desde la misericordia y pedimos la
conversión de todos.
- ¿Cómo se forma un
exorcista del s.XXI?
- La enseñanza
teórica que dan en los cursos del Regina
Apostolurum, en Roma, están bien: leyes, temas de sectas, psicología... Van
a ellos exorcistas y gente que trabaja en temas relacionados con sectas o
satanismo. Yo estuve en uno. Pero además, como dicen en el "talego",
"me busqué" la vida. Hice amistad con el padre Gabriel Amorth, el
exorcista de la diócesis de Roma. Había leído su libro en Planeta Testimonio.
Él aprendió de su maestro, el padre
pasionista Candido Amantini. Y estuve con él un año, aprendiendo en Roma.
Mis cuatro obispos vieron la necesidad de especialización; de ahí mi
experiencia con Amorth. Es bueno especializarse, tener la teoría y acumular
casos.
- ¿Y qué aprendió?
- Bueno, los dos
hemos visto que el ritual antiguo, el de 1614, sintetizado por Pablo V, es más eficaz que la nueva revisión, la moderna. Los liturgistas
que la hicieron no consultaron a los exorcistas: tiene salmos más bonitos, pero
es descafeinado, suave. Yo usaba antes el ritual moderno, de los años 90, pero
hoy veo más eficaz el de 1614.
- ¿Tiene que ver con
el latín?
- No sé si tiene
algo que ver el latín. Lo que está claro
es que tiene más "mandatos", más órdenes de expulsión, es más
contundente.
- ¿Cuántos
exorcistas hay en España?
- Una estadística en
el libro dice que hay 18 diócesis con exorcista oficial; es una tercera parte
de las del país. Los que trabajamos en este campo nos consultamos unos a otros,
compartimos experiencias, etc... El padre Lorenzo Alzina, de Mallorca, que
lleva en esto desde 1976, me consulta casos, me envía algunos... También
hablamos con el padre Juan José Gallego, de Barcelona; el padre Enrique, aquí
en Madrid... "Tengo tal caso, ¿cómo lo trabajas tú?" Por ejemplo,
casos que se quedan atrancados. Pero el ritual necesita frecuencia, hay gente
que le cuesta viajar cada semana a otra región para recibir los exorcismos.
Debería haber más sacerdotes dedicados a este ministerio.
- ¿Cómo evita el
exorcista caer en el divismo? En varios países hay casos de exorcistas, igual
que en otros servicios que llaman la atención de la gente, llevados por la fama
hacia la desobediencia, ¿cómo se prevé esto?
- Nuestra referencia
siempre ha de ser Cristo y su humildad. La humildad es el antídoto contra todos
los engaños del demonio. "Aprended de mí que soy manso y humilde de
corazón", dice el Señor. Además, los exorcistas no liberamos a nadie, no
tenemos mérito: el que libera es el Señor.
- En el libro cuenta
usted muchos casos y además, y es más asombroso aún, hablan personas que han
sufrido en carne propia o en su familia casos muy asombrosos... ¿No le da miedo
la notoriedad?
- No quiero
autobombo. Cuando acabe la promoción del libro, a la que me comprometí, me
vuelvo a lo mío, mi parroquia, mis casos, mis presos. Sólo lo hago porque Juan
Pablo II pidió que los exorcistas estuviésemos también en los areópagos
modernos. "No flowers for me", si se me permite el inglés
macarrónico. Se trata sólo de ayudar a la gente. Después de ver las orejas al
demonio, nunca mejor dicho, muchos pasan de la increencia o el ateísmo
práctico, de una vida de comodidades, a una vida de oración, fe y dos o tres
rosarios al día...
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