[1037] Dios no predestina a nadie a ir al infierno (cf. DS 397; 1567); para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final. En la liturgia eucarística y en las plegarias diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, que "quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión" (2 P 3, 9):C.I.C
lunes, 28 de noviembre de 2011
UN EXORCISTA : ES TERRIBLE LO QUE SUFREN LOS POSESOS...
Publicado por
JANUA COELI-PUERTA DEL CIELO CENTRO DE APOSTOLADO CATÒLICO
en
8:35
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Los posesos sufren terriblemente
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